El sábado que apenas dejamos comencé un diplomado de octogonía en el cual se conjuntan esta filosofía con kabbalah, tantra, budismo y chamanismo. Como aprendiz no juzgaré lo aprendido. De las enseñanzas había preceptos que yo creía desde hace tiempo y sentía una especie de alegría descubrir que no estoy errada o loca y que hay más gente que ha encontrado lo que yo, otros preceptos nuevos que me sonaban lógicos y otros que me impulsaban a creer que había más allá de lo que los maestros habían trabajado. Sin embargo soy aprendiz, y no cuestionare, por ahora. Tomaré la enseñanza, los pondré en práctica. Confiaré. Después vendrán los juicios y cuestionamientos.
Parte de la práctica dentro de octogonía, es la disciplina del Qi Gong (chi kung). Nos explicaron que se han creado aproximadamente tres mil linajes y estilos de Chi kung, que se pueden dividir en cinco tipos: chi kung de curación, chi kung de artes marciales, chi kung académico, chi kung budista, chi kung taoísta. El libro más antiguo donde se ha encontrado registro de esta práctica es en el "Libro de la mutaciones" (I Ching). 'Chi' viene del chino y significa la energía del universo. La palabra 'kung' también del chino, significa práctica, voluntad, experiencia. Los textos y los libros dicen que el Chi kung te obsequia una amplia gama de beneficios. Creo en eso. Aún no escribiré ninguno, ni me aplicaré a leer todos los beneficios encontrados por sus practicantes. Simplemente seguiré la primera secuencia durante treinta días, como se nos ha indicado y haré mis descubrimientos y anotaciones. El chi kung de los siete lotos, es el chi kung enseñado en octogonía, ambas, disciplina y filosofía creadas por las prácticas e investigaciones de Carlos de León.
A estos treinta días se le suman la práctica de 'tratak', en línea hay videos e información al respecto. Tratak es un método de meditación, pero por ahora sólo debo hacer un ejercicio de limpieza. Y también meditación vipassana ontogónica.
Mi energía crece muy rápido, se mueve en otras direcciones a la acostumbrada, la siento, pero también siento muy marcada una fuerza que se resiste. La he observado también después de mis prácticas de yoga, una fuerza que se impone, como evitando el cambio, el movimiento del flujo, es como si mi energía ya se hubiera acostumbrado a detenerse en ciertas zonas dentro de mí. Entonces hago lo que dijo uno de los maestros, cambiar rutinas. Pero también hay algo que siento en yoga y ahora en el diplomado, una vibración fuerte, e incontrolable que me recorre, que me limpia, que hace a todo fluir, la Danza Nádica.
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